LOS SERES VIVOS POR DENTRO
Hace trescientos años se inventó un aparato de gran importancia para los científicos: el microscopio. Este aparato está formado por una o varias lentes y se emplea para ampliar muchas veces la imagen de lo que se está observando.
Cuando los científicos comenzaron a estudiar con el microscopio a los seres vivos, se dieron cuenta de algo: todos los animales y las plantas están formados por un número enorme de partes minúsculas, que llamaron células.
Existen diversas clases de células, con formas muy diferentes. Sus tamaños son también diferentes, aunque la mayoría son tan pequeñas que no se pueden observar a simple vista.
Una célula, de un modo muy simple, es un pequeño saco lleno de un líquido espeso. En su interior, se pueden distinguir partes más pequeñas. Lo que caracteriza a estos pequeños sacos es que poseen vida, es decir, realizan las tres funciones vitales de las que hemos hablado antes: nutrición, relación y reproducción.
Partes de la célula
Ya hemos dicho que las células, aunque muy pequeñas, tienen una estructura interna con distintas partes. Estas partes son:
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La membrana plasmática o celular: es una cubierta que rodea la célula y la separa del exterior
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El citoplasma: Es la parte que queda entre la membrana y el núcleo. Está formado por agua con numerosas sustancias disueltas. Además, en él encontramos diversos orgánulos, que son distintas partes de la célula, cada una con una función.
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El núcleo: Es la parte que controla el funcionamiento de la célula.
LA Célula
Células animales y vegetales
Podemos distinguir dos grandes grupos de células: las de los animales y las de las plantas. Tienen las mismas partes, pero su estructura es bastante diferente.
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Las células de los animales tienen formas muy variadas: esféricas, cúbicas, estrelladas… A veces son muy irregulares.
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Las células de las plantas son normalmente más grandes que las de los animales y su forma es más regular, prismática. Están rodeadas de una pared dura, llamada pared celular. Esta pared hace que las ramas y los troncos sean a veces muy duros. Además, las células vegetales poseen unos orgánulos llamados cloroplastos.
Los cloroplastos son unos orgánulos exclusivos de las células vegetales y son los que se encargan de realizar la fotosíntesis, es decir, de transformar la energía lumínica que toman del sol y transformarla en energía química para la alimentación de la planta. Además, son los que dan el color verde a las plantas.